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Selva en llamas por manos humanas

Mientras unos pocos prenden fuego a la tierra, miles más respiran el humo de las consecuencias. Dos incendios forestales siguen activos en el municipio de Escárcega, por lo que la raíz del fuego sigue siendo los cazadores y quemas fuera de control los que mantienen viva una tragedia silenciosa que ya arrasó 15 mil 700 hectáreas de selva, pastizales y humedales en lo que va del año.

Luis Antonio Martínez Yañez, director de Desarrollo Forestal Sostenible de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad,Cambio Climático y Energía (Semabicce), explicó que, estas quemas han sido provocadas por estas prácticas comunes. Primero la cacería furtiva, donde el fuego se usa como herramienta para hacer salir a la fauna, y las quemas agropecuarias que se descontrolan con facilidad ante las condiciones secas de la temporada.

Aunque las cifras finales deben ser validadas por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la afectación es evidente: árboles carbonizados, fauna desplazada y comunidades enteras en alerta.

El daño, se concentra principalmente en la selva mediana caducifolia, pero también en zonas donde el fuego no suele llegar: los tulares, vegetación que crece en áreas húmedas y que, por su acceso complicado, rara vez es alcanzada por las llamas.